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jueves, 20 de noviembre de 2014

Interstellar. Con el bueno de Matthew no se echa tanto de menos a Christian Bale en las pelis de Nolan

Seguro que ya se ha dicho mucho de esta película. Seguro que hay por ahí muchas críticas con argumentos encontrados. Personalmente me ha gustado mucho, creo que es una de esas que revitaliza e implementa seriedad al género de la ciencia ficción tan estropeado últimamente por, por ejemplo, carísismos robots que se convierten en coches. Creo que tiene un buen guión, unas grandes interpretaciones, un diseño y un ritmo muy buenos, una música y unos efectos especiales adecuados sin ser los protagonistas de la historia. Y que mantiene la línea de su director, el siempre regular en la calidad Christopher Nolan. Me encanta este tipo.

Pero sobre lo que quiero expresarme ahora mismo es sobre su protagonista.

Y es que queda claro que Matthew McConaughey está en gracia, tras abandonar definitivamente su poco productivo look guaperas surfero. Este cachas playero ya está enterrado muy profundo con joyas como True Detective, actuaciones soberbias como la que pepetra en Dallas Buyers Club y otras extrañas e interesantes y pequeñas películas (ver la en momentos perturbadora Killer Joe). La década de los años 10 está siendo hasta el momento muy fructífera para este crack.
Aunque haya tenido esa laguna curricular en su irregular carrera, ha sabido aprovechar con creces su extrema delgadez, su faz de alcohólico acabado, su potente y profunda voz y su gran capacidad para desarrollar personajes de tipo deprimido y desgarrado para llenar un hueco importante que había disponible desde hacía algo de tiempo en Hollywood y alrededores.
Ahí lo tengo, en mi top de actores idolatrados, como a ese pedazo de Chris Bale, con quien compartió cartel en Reign of Fire, hace ya unos años, donde ya por primera vez demostró que no sólo podía ser el niñito rubio y mono candidato a "novio de América".
Y con su última interpretación en Interstellar no ha hecho más que ratificar lo que ya sabíamos. Hace posible que nos creamos su personaje, que padezcamos con su tristeza, que nos alegremos con su felicidad, que nos melancolicen sus recuerdos, a fin de cuentas, que nos emocione su interpretación y su personaje nos parezca real. También es cierto que los papeles que le han ido tocando o que ha ido seleccionando últimamente están tan magistralmente escritos y encajan a la perfección a sus hechuras. Todo ello, entre otras cosas, y gracias a encomiables trabajos en equipo, posibilita que nos zampemos una película de tres horas como si nada. O que se mantenga la tensión en un film de más de ocho horas que sucede prácticamente en el interior de un coche o de una oficina con larguísimos diálogos filosóficos (que es como puede denominarse a True Detective más allá del simplón sustantivo "serie").

Así que muchas felicidades, Matt, y gracias por tu trabajo. Mantente así y esperemos que tu reinado continúe siendo exitoso y duradero. Queremos volver a verte.






viernes, 31 de octubre de 2014

La fiesta del cine y "drama social" de dos películas seguidas diametralmente opuestas

No me voy a quejar con lo de la fiesta del cine. Pero podría decir que ahora que se ha vuelto tan mainstream y que va todo el mundo es un suplicio aguantar todas esas colas y todo ese ruido y toda esa gente que va con palomitas y con los niños. Pero en fin, es un oportunidad ofertosa que cualquier amante del cine que no quiere arruinarse no debería dejar pasar. Y que reservando la entrada por internet al mismo precio se puede conseguir evitar los inconvenientes. Así que no me voy a quejar.

En esta ocasión sólo he asistido a dos proyecciones. En el cine Renoir Floridablanca de Barcelona, en versión original. Una pequeña película belga con una reconocida actriz internacional a la cabeza; una más ambiciosa película estadounidense con un típico actor "novio de América" (hace unos años) como protagonista.
La intención en taquilla de ambas no es la misma, está claro, y no tienen nada que ver. Una es Dos días, una noche y la otra es Perdida. Pero voy a intentar sacarles similitudes en cuanto a sus características como drama social actual, aunque una sea más bien un documental actuado y la otra un claro thriller psicológico. Ambas, una europea de bajo presupuesto y una superproducción tienen como uno de sus elementos integrantes la crisis, como llamaríamos aquí, o la recesión, como llamarían allá. En una es claramente el protagonista, en otra un personaje más. En Dos días... la protagonista ve su mundo tambalearse al tener que intentar convencer a sus compañeros de que si rechazan la paga extra podrá mantenerse su puesto de trabajo, mantener su casa, sus hijos y poder llegar a fin de mes con su marido. En otra, el protagonista es el marido de una mujer desaparecida, en una relación que hacía aguas después de que ambos se quedasen sin trabajo y sin ambición.
Pero en los dos casos el concepto de crisis personal, matrimonial y social es muy diferente. No queriendo desvelar el desarrollo de ambos filmes, una cosa se puede dejar clara. Mientras que para la pequeña producción belga la situación es un problema real, vital en el sentido más literal de la palabra, en otra la situación se puede más o menos solventar con la inyección de un pequeño millón de dólares de los suegros. En una el crudo realismo lo inunda todo, en la otra la trivialización de la situación la convierte en un mero thriller con un argumento propio de un telefilme, aunque evidentemente mucho mejor resuelto y plagado de buenos diálogos, interpretaciones y atmósfera tensa, lo cual no deja de ser su intención.

Pero en resumen, dos buenas películas diametralmente opuestas, antagónicamente desasosegantes y equivalentemente interesantes.

¡Sigue existiendo, fiesta del cine!



martes, 4 de febrero de 2014

American hustle: ir con pinta de los setenta y nada más

Resulta que eres ultrafan de Christian Bale y Bradley Cooper siempre te ha parecido un tipo majo y enrollado, desde la serie Alias, con sus gafitas y su pringadumbre hasta esa peli de hace un par de años o así cuyo título en inglés no recuerdo y que en castellano es algo que no tiene nada que ver, "el lado bueno de la vida", de las cosas, o algo así (en fin, que me gustó esa película, me pareció lo más acercado a una comedia romántica pero con no demasiado almibar). Y el chico está de moda en los últimos año
¿Y por donde iba? Ah, sí, Bale. Ese chaval "un-fucking-believable". Gordo, flaco, cachas, sílfide, cuasicadáver dependiendo del guión. Un poco sonado según dicen algunos. Un crack. Siempre he pensado que tiene más o menos mi edad, después de ver cuando era pequeño Empire of Sun, pero resulta que el tipo me saca unos años. Y siendo Batman, y John Connor y otro puñado de personajes aunque menos adolescentemente icónicos increíblemente interpretados. Me podría pasar horas y líneas alabando sus bondades, para resumir que cualquier cosa en la que aparezca ya merece ser vista.
Y luego, el director, David O. Russell. Vale, el lado bueno de las cosas, de la vida o de lo que sea a algunos no les gusta. Pero The Fighter, nada más y nada menos que con el bueno de Bale en un papelazo increíble y un inesperadamente convincente Wahlberg... peliculón. También aparecía por lo visto  Amy Adams, pero ni me acuerdo.

Así que imagínate, añades unas cuantas nominaciones a los oscars, metes a estos buenos actores, le pones a la Amy Adams un montón de vestidos diferentes pàra intentar que sus pechos también sean un actor secundario, haces que Bale se abone a la fritanga y consigues que le salga un tipazo estilo Torrente  y le colocas a todo el mundo gafas de sol molonas y trajes guayongos de los 70. Además, te curras un cameo muy interesante.

Y claro, uno va con un par de amigos al cine con bastantes expectativas, el mismo día del estreno según sale del trabajo, cansado, corriendo, esperando ver la película del año o una de las mismas. Uno ni se ha sentado y ha invertido nada menos que nueve eurazos en la película.

Y resulta que la cosa flojea de ritmo, que las canciones están más que manidas, que todos son majos y hay amor en el aire. Pero que no es lo suficientemente divertida como para que te rías todo el tiempo; ni lo suficientemente trepidante para mantenerte en tensión, ni lo suficientemente seria como para que padezcas por los personajes, ni lo suficientemente romántica para emocionarte en nada. Se queda a medio camino entre cualquier género. Se queda fofa. Aburre a veces, y te da pena que con tan buen material un guión flojo y una edición sosa lo conviertan en una película del montón.

Y que sea sólo eso, gente que va con pintas de los setenta y nada más.



martes, 21 de enero de 2014

El Lobo de Wall Street. Primera entrada del año, y ya ves, cine tenía que ser

"Alocada, disparatada, hiperbólica, histriónica, desagradable, crítica. Perfectamente realizada y tremendamente entretenida...". Mientras lo pensaba y escribía, comprendí que era una película demasiado grande como para sólo dedicarle un tweet. No había forma de resumirlo en tan pocos caracteres.

El caso es que el idilio que los últimos años mantiene Scorsese con Di Caprio a veces es algo excesivo. Demasiada obsesión, demasiado amor. El setenta o el noventa por ciento de sus últimas películas contienen fotogramas en los que sólo aparece Don Leonardo. Imagino que para quien lo aborrezca puede ser un suplicio. Y para quien visione la película en su versión doblada al castellano, con la típica voz de preadolescente con la que le castigan, una tortura por partida doble. 
Pero el asunto es que el tipo siempre está impresionante. Que se gana la confianza del espectador, que su actuación siempre es impecable. Y Scorsese normalmente recompensa el buen hacer de sus colaboradores con su fidelidad, como hizo en los buenos tiempos de De Niro, o como siempre ha hecho con la imprescindible e impresionante montadora Thelma Schoonmaker. Scorsese, reuniendo a los mejores guionistas, actores y en general, profesionales, siempre es capaz de crear esos personaje llamados maldito-cabronazo-hijo-de-la-gran-puta (por ejemplo en inglés podría sonar "yufaquinmadafaquacoqsaca"); carismáticos capullos que maltratan a todo el mundo, que te enganchan con sus ambiciones perversas, mezquinas intenciones, malos modos, convicción en sus acciones, seguridad en sí mismos, poder casi absoluto durante mucho tiempo sobre el bien y el mal. Que te hacen reír y sentirte casi culpable por ello al al instante. Hacen posible que un megalómano putero, politoxicómano, ultramaterialista y ultracapitalista, como es el caso del protagonista de esta película, te provoque asco y sonrisas a partes iguales. Y grima.
Tres horas de sexo, drogas y rock and roll que se pasan en un abrir y cerrar de ojos gracias a un ritmo y una narrativa ejemplar. Por mi parte, si hubiese durado otra hora, tan tranquilo. La pega que se le puede poner es que a veces es algo desagradable, es decir, no es para todos los gustos, pero Scorsese nunca lo ha sido (quitando ese encantadora pieza metacinemática que es Hugo). Y otra leve pega, en todo caso, es que la historia y su desarrollo, sus altibajos y el trayecto que hace la película, si lo pudiésemos poner en un gráfico -así como su narración en primera persona- pueden recordar demasiado a, por ejemplo, Goodfellas, una de mis películas favoritas de todos los tiempos, y supongo que la de mucha genteEn lugar de mafiosos tienes a brokers estrafalarios y alocados de los ochenta. Eso sí, igual de sociopáticos y tan al margen de la normalidad, tan adictos a los excesos. Sus pistolas son teléfonos. Usan dólares en lugar de balas para hacer el mal.

Pero no os la quiero destripar. Sólo recomiendo que la vayáis a ver, y no hay queja que valga; el miércoles muchos cines han puesto sus entradas a menos de cuatro euros. Así que si alguien está en un bar a punto de pedir una caña y unas patatas bravas fritas con aceite mil veces reciclado, con las que le suelen timar, que no las pida y hala, rumbo al cine.






lunes, 8 de julio de 2013

Star Trek: Into Darkness. Profundísimas, insondables e ininteligibles reflexiones personales sobre el film. Es broma.


Vamos a ponernos en situación. Imagínate que el cinco de julio se estrena una peli de Star Trek. Que eres un poco freak. Que siempre estás predispuesto a que te gusten las cosas que hace J.J. Abrams. Y que el día del estreno coincide con el de tu 34 cumpleaños, algo que vienes sabiendo desde hace varios meses (que es el estreno, la fecha en la que naciste la sabes desde hace un poquito más). ¿Qué haces? Lógicamente buscas la mejor compañía y el mejor cine en el horario más conveniente y reservas entradas una semana antes por Internet  a lo loco, olvidándote de los descuentos de tarjetas de fidelización diversas. Te emocionas y reservas una entrada de más. En el cine te dicen que te pueden vender la que compraste y el propio gerente es el que, con amplia y sincera sonrisa, te devuelve el dinero que guarda dentro una bolsita al finalizar la sesión, y tu y tu mejor compañía salís encantados. Vuelves a pensar que en este cine cuidan a sus espectadores, a sus clientes, y que realmente les gusta el séptimo arte.

El cine es el Yelmo Icaria, en Barcelona. Sala 9. No 3d. 22 h. Sonido reformado con respecto al de hace unos meses a un volumen adecuado y de aceptable calidad. Proyección digital. Versión original con subtítulos en castellano, lo cual es muy importante dado que hay personajes de diferentes nacionalidades y con muy marcados acentos y entonaciones. En el doblaje evidentemente supongo que todo será absurdo. Fila 5, en el centro.

Ingredientes en porcentajes (para completar un 100% de película)
-60% de mitología Startrekiense
-10% de Lost
-10% de Michael Giacchino
-5% de 24
-5% de The Dark Knight
-5% de Alias
-5% de Homeland

Son ingredientes muy buenos; si los mezclas bien te queda un plato fino fino. Lo agitas todo y metes al actor de Sherlock. No he visto la miniserie, algo que debería, pero el tipo me parece un estupendo actor, enigmático, atracticvo, con una voz estupenda y que realmente parece haberse tomado el personaje en serio. Los demás están también estupendos, especialmente Zachary Quinto, al que realmente no hubiese hecho falta maquillar para que volviese a ser Spock. El  fallo es el Kirk de Chris Pine. Realmente el tipo no pega demasiado y no es un actor, a mi entender, que sobresalga por ningún lado. Sí, es rubiales, simpaticón, pequeñajo y ligón, pero el traje de capitán del Enterprise le queda un poco grande. En esta nueva aventura del Enterprise al menos ya no hay tanta sensación de presentación de personajes como había en la primera película.

Hay acción, hay espacio, hay peleas, hay efectos especiales, sonido, edición a un ritmo adecuado. No frenética pero tampoco lenta. Todo ello con la calidad que se espera del pack Abrams-Lindelof-Bad Robot-Giacchino. Hay chascarrillos que realmente hacen gracia, sobre todo cuando en la sala hay muchos fans de este tipo de cine -todos esos que han ido al estreno. Hay algo de profundidad (vínculos, moralidad, familia, deber, honor...). Pero lo que promete el título, "en la oscuridad" no es muy certero. Acuérdate de personajes como Nick Brody de Homeland, como el Joker de the Dark Knight, como Darth Vader. Como todos los de Watchmen. Eso se llama oscuridad. Nos hemos acostumbrado a que las series traten todos los temas en profundidad, y en una película de como mucho dos o tres horas esto es muy difícil de conseguir. El guionista tiene que andar de puntillas para que no parezca que todo se desarrolla demasiado deprisa y para que los malos no resulten ser un cliché.

Y no me voy a extender más con temas que probablemente habrán escrito miles de críticos por todas partes y en todos los idiomas, sólo haré otra estandarizada clasificación de "lo mejor" y "lo peor".

Lo mejor: 
-Spock. Ha crecido bien, ya es un Spock de verdad, completamente convincente gracias al buen hacer de Zachary Quinto y a la lógica que los guionistas han sabido adaptar e implementar, con las dosis de ironía con las que el mismísimo Leonard Nimoy contaría.
-El pack de actores principales digamos que más secundarios y sus personajes bien escritos y marcados, y las graciejas que los guionistas han ideado para que digan, adecuadas y que realmente te dibujan una sonrisa. Benedict Cumberbatch del cual nunca había escrito ni conocido su nombre. 
-Las localizaciones, la música, el Enterprise volando y saltando a warp.
-Que es una película de aventuras y no pretenciosa, lo cual es muy bueno para el verano.
-Evidentemente, la realización general.

Lo peor: 
-Nunca te acabas de creer a Chris Pine; nunca sabes si está de broma o no. El actor es flojillo y su Kirk no convence. 
-Cuando alguna vez mueren figurantes y salen volando al espacio nadie se acuerda de ellos y enseguida hacen un chiste sobre otra cosa, restando seriedad a algunas escenas. A veces está bien, porque más que una película trascendental es de aventuras.
-Que J.J. Abrams haya querido meter con calzador su escena "not Penny´s boat". Los que me entendáis ya me entendeis, y los muy fraks tambien sabréis que esta misma escena también aparece en Alias.
-Que hablen todo el tiempo de Klingons y éstos brillen por su ausencia o por su poca presencia.

Y en resumen: me encantó la película, me pareció muy entretenida y sació mi necesidad de frikismo startrekil veraniego. Y para aquellas personas a las que les importe un bledo toda esta mitología e incluso las películas de ciencia ficción o de aventuras, o de acción (gente sin corazón, todo hay que decirlo) tampoco les supondrá un problema; en general es una película entretenida, un blockbuster muy bien desarrollado. No hay escenas que provoquen la vergüenza ajena, como podría pasar en films con pretensiones y que intenten ganar premios (aunque no viene a cuento de nada  tengo que citar tres películas que odio profundamente: The Master, Cosmópolis e Into the Wild, y dos actores que me últimamente me enervan, Paul Giamatti y Philip Seymour Hoffman).

Así que hala, a correr todos a los cines a verla. 


miércoles, 26 de junio de 2013

Man of Steel: una no crítica

   Una no crítica porque no es para profundizar concienzudamente en la película, sino para hacer algunas consideraciones algo repelentes y bastante locales sobre salas de cine y aspectos que me han interesado de este largo tiempo esperado film de Supermán (sí, con tilde, ya que en la mayor parte de la península  y un par de archipiélagos nos da por traducirlo todo... como "udós" y "ubecuarenta", por ejemplo).

   Al tema.

   Siempre tengo mucho miedo cuando me dispongo a ver una película en la que sin duda el aspecto técnico parece que va a ser lo más relevante. Miedo porque en Barcelona la mejor sala, al menos que yo sepa, es el Cinesa Diagonal, pero por desgracia no hay versión original y sólo hay cine comercial (de ese cuya inversión o trabajo maestro en imagen y sonido recomienda su visionado en las más óptimas condiciones). En este cine los asientos y pantallas son enormes, las filas están hechas en escalera (no de manera inversa como pasa en Cines Verdi, por ejemplo, algo que no hace falta ser arquitecto para pensarlo). En el otro extremo (además literalmente, separado por kilómetros) se encuentra el Yelmo Icaria. Se proyectan todas las películas, tanto comerciales como supuestamente independientes, o por llamarlas de otro modo, esas en las que los productores no han podido recaudar el dinero suficiente para hacer lo que querían o porque los guiones no habían pasado el filtro de las majors o sus filiales indy. La desgracia en este caso es que aunque se nota que al Yelmo Icaria le gusta el cine, lo que no le gusta demasiado son los espectadores exigentes. Por eso cuando se estrena una película de estas características, sonora, visual, eso para lo que se inventó la sala de cine, siempre hay que ir el día del estreno. Si lo pospones, puede que la película que quieres ver la cambien a una sala en la que hay unas tuberías extrañas, la pantalla es diminuta y el sonido... basta con decir que parece en mono y que desde la sala se escucha otra película en la sala contigua. Y los asientos...si delante de ti se sienta alguien con un cardado, un pelo a lo afro o rizado, o una cabeza un pelín más grande de lo normal, estas acabado. Y si mides más de 1,50 no sabrás como colocar las piernas. Y son muchos euros para no aprovecharlo. En este caso compramos dos entradas el lunes anterior y recé a los dioses del olimpo, por ejemplo, para que la sala no fuese una chusta. Y cuál fue nuestra sorpresa al ver que por al parecer habían cambiado el sistema de sonido. A uno mejor. Y que todo parecía como en una buena sala (eso sí, los asientos seguían siendo pequeños e incómodos, con la suerte de no tener delante a André el Gigante, Roberto Dueñas o Rocio Jurado -con todos los respetos a los dos de estos tres que fallecieron-).

   Y respecto al título en cuestión.

   No habíamos visto nada sobre la película para que nos pillara por sorpresa y para no tener ningún prejuicio. De todas formas cualquier cosa que podamos imaginar sobre este personaje seguramente ya la habríamos visto en el inmenso material audiovisual o comiquero que existe. El día anterior hacían un megareportaje en días de cine, en La 2 de televisión española. Como siempre muy bueno, documentado y lleno de spoilers, así que tampoco lo miré más de treinta segundos.

   Pues bien, parece ser que Zack Snyder ha estado visionando últimamente películas de Terrence Malick, de Christopher Nolan y de J.J. Abrams (de Nolan seguro, que para eso es partícipe del film). También ha visto un par de veces Thor, Matrix y alguna otra cosa más. Lo ha metido todo en la batidora y se lo ha dado a unos expertos en edición, sonido y efectos especiales que han creado unas secuencias espléndidas de destrucción. Ha contado con actores majetes y de reconocido prestigio -algo viejunos y/o demacrados, todo hay que decirlo- como Kevin Costner, Russel Crowe o el renovado Laurence Fishburne, un Morfeo de 200 kilos. Y el que llaman por ahí "el prácticamente desconocido Henry Cavill". En fin, prácticamente desconocido como para mi Rafa Nadal si no sigo el tenis, por ejemplo, porque el bueno de Henry ha coprotagonizado unos 40 episodios de la serie Los Tudor en el papel del mejor amigo del Enrique VIII, interpretado por el injustamente poco valorado Jonathan Rhys-Meyers. Ya les gustaría a muchos actores ser tan prácticamente desconocidos.
Y al final a Snyder le ha salido una película que es como Thor, pero en buena.

   No haré spoiler, pero todo en la película sucede como demasiado despacio en la primera parte y demasiado deprisa en la segunda, hay una breve presentación de los personajes secundarios y luego ya se supone que son importantísimos, y al bueno de Clark no le da tiempo a asimilar demasiado lo que es y ya le toca liarse a mamporros con todo quisqui. Las consideraciones más importantes:
- Henry Cavill tiene más pechos que algunas actrices. Sigue con las modas hipster actuales con escenas en las que lleva barbas y camisas de cuadros y con algunos pelánganos que le salen del pecho o cuello por encima de la camisa. Igual no es muy estético, pero sí realista, lo cual le da un toque de humanidad y es algo digno de agradecer a los maquilladores; basta de superhéroes depilados; no me imagino a un verdadero man of steel en el baño con cera. En general el chaval es guapete, buen actor y cae bien. Es un digno Supermán.
- Una Lois poco presente y realmente poco importante, pero siguiendo la estela de la Lois de los 80; más bien feuna.
- Bastantes planos tipo The tree of life y unas cuantas escenas estilo Lost (ya sabéis, esos primeros planos con miradas de personas preocupadas, esas partes en las que cuando sucede algo importante el sonido desaparece y entra una música más o menos simplona y compungida).
- Un nivel de destrucción de edificios y de "ostias como panes" de una categoría difícilmente igualable. Y también es muy bonito cuando uno va volando por ahí y rompe varias veces la barrera del sonido al acelerar y frenar.
   Y bueno, ya para resumir. El guión podría haber sido un poco más oscuro, podría habernos hecho identificarnos más con los personajes o profundizar en ellos. Pero la sensación general que tuve fue "demonios, me gusta, creo que estos casi nueve eurazos que me he gastado han valido la pena, la peli aprovecha las capacidades para las que fue construida una sala de cine en condiciones y puede ser incluso que volviese a verla".






sábado, 5 de enero de 2013

La maldición de la peli francesa


Haré una descripción lo más objetiva posible de los sucesos paranormales que acaecieron en los alrededores con respecto al buen cine francés los últimos días del 2013 y el primero de 2013, uno de esos días cutres y extraños.

Domingo 30 de diciembre. Hora indeterminada de la tarde. Cines Verdi, Barcelona.
"De rouille et d'os"  (De óxido y hueso). 
Esperada película de un director -Jacques Audiard- con muy buenas credenciales. Sus dos anteriores obras, masterpieces, digamos. Marion Cotillard por fin en una película francesa otra vez. Le tenía mucha manía al Verdi porque van muy de guays, las salas hace años eran una chufa y es el cine más caro de Barcelona. Y además nunca tienen entradas numeradas, supongo que para que parezca que siempre hay colas para todo y la expectación sea mayor. Y porque cuando preguntas si pondrán Harry Potter te dicen que ellos no hacen cine comercial. Al parecer "Avatar" no es cine comercial, porque sí la programaron en su momento. Pero ahora les estoy dando otra oportunidad porque vuelven a estar cerca de casa, porque la proyección es digital y la programación es de calidad. En fin, a lo que iba. "De Óxido y Hueso". Romance dramático. Buena pinta. Diálogos buenos, calidad técnica impecable, actuaciones más que correctas. A mitad de la proyección, bueno, al cuarto de hora, la imagen se corta, el sonido sigue. Suerte que yo no entiendo demasiado francés -de mi amigo acompañante es su idioma nativo- pero la escena intimista se ha echado a perder. Vuelve la imagen después de unos gritos en la sala, en un punto avanzado del metraje. Se vuelve a unos minutos atrás. Se vuelve a chafar la escena. Avanza sin problemas la película. Se ve una teta en primer plano. Se vuelve a cortar. Vuelve a arrancar tras unos minutos. Vuelve a aparecer la teta. Sigue otro rato normal y otra vez lo mismo; vuelta a parar. Se encienden las luces. Al parecer nosequé generador ha generado que se genere un apagón generalizado. No hemos hecho la mili y hay demasiado general. Nos vamos. Ya si eso la otra mitad la veremos otro día, o por ahí, o nunca. Pero el mal ya está hecho.

Martes 1 de enero. Hora indeterminada de la tarde. Casa. Blu Ray Sony. Barcelona
"Besos robados". François Truffaut. Tengo esta película en un dvd. Igual no es el dvd original, pero siempre ha funcionado. La he visto varias veces y siempre va bien para la resaca una peli simpática y bien hecha, hecha con cariño. Todo listo, todos en su puestos. Menú, música, la cosa marcha. Play y ahí se queda. Probando en el ordenador, parece que la cosa va mejor. Play, empiezan los créditos y ahí se queda. Tras varios intentos fallidos probamos con "Domicilio Conyugal", también de Truffaut. También maja y apta para una resaca postnocheviejil. También la he visto varias veces. Ahora sí que va bien. Palomitas y panes de leche siendo ingeridos con tranquilidad. Por fin. Antoine Doinel subiendo y bajando escaleras corriendo. Cuando la película lleva una hora, inexplicablemente para y no hay forma de hacerla entrar en razón para que continúe. Tras unos cuantos intentos (desfibrilador, epinefrina, etc...) nos rendimos. Bautizamos la jornada como "El día más cutre del Año". Está claro que el destino no quiere que veamos buenas películas francesas, ya sea en una sala de cine, en casa en dvd, originales o no, al menos en los límites de un fin de año y un principio de otro. No hay manera. Estamos condenados a ver cosas prescindibles. 
Lo tendremos que volver a intentar. No hay que rendirse a la primera de cambio. Volveremos a pagar nueve eurazos si hace falta. 
Hoy que están a punto de venir los reyes magos vamos al cine a ver algo que la parecer tiene muchos premios de oro de diferentes festivales y que pinta bien para recibir globos y demás objetos también chapados en oro, con la entrada que amablemente nos dieron al habernos chafado el otro día, y miedo me da.

martes, 27 de marzo de 2012

New Rose Hotel (Abel Ferrara, 1998)


Supongo que Walken y Dafoe nunca han hecho algo peor.

El caso es que tenía por ahí el dvd de esta película. La estaba reservando para una noche aburrida, en la que no pusiesen nada interesante... porque viendo el trailer, la verdad, no parecía gran cosa. Pero tenía la curiosidad por ver otra película de Abel Ferrara, que con sus más y sus menos, no es un mal director. Pues bien. Se supone que trata de dos tipos que hacen espionaje industrial y tienen que hacer no se qué exactamente con un científico japonés, que ha de ser seducido por una prostituta interpretada por Asia Argento. El que hace de japonés figura como actor, pero no sale en ningún momento a excepción de unos planos casuales y borrosos. Walken hace tonterías con un bastón como en el vídeo aquel de no se quién y dice un par de frases pseudo profundas. Dafoe enseña sus costillas. Argento enseña sus tetas. Se supone que pasan determinadas cosas con unos jefazos que no salen en ningún lado, y estos sucesos se mencionan, aunque nunca los vemos. Hay un par de diálogos intrascendentes que se desarrollan en interiores que parecen demasiado un plató (que si la garra por aquí, la garra por allá, que si polla, que si millones de dólares...). Y cuando la película lleva aproximadamente una hora y más o menos uno se va enterando de la trama, por simplona que sea, se empiezan a repetir escenas y frases varias veces y sin sentido, para explicar un suceso previsible que ya se entiende al primer flashback. Después de esa media hora infernal, se termina. Parece una broma, un timo, o que se quedaron sin presupuesto o sin actores y sin celuloide. O que se les olvidó el guión. O que se les quemó el material rodado y tuvieron que hacer un apaño con la edición. En cualquier caso, te quedas pensando que te han tomado por idiota.

Normalmente uno siempre encuentra -por lo menos yo- algo bueno en todas las películas, aunque sea un detalle, para valorar el trabajo de los que en ella han participado. Si no está bien el guión, a lo mejor lo están los actores, o la fotografía, o la banda sonora, o la ambientación, o los efectos especiales, o lo que sea. En este caso no.
En este caso, la palabra "decepcionante" sería poco para calificar esta película. Decir que es aburrida y sin sentido creo que también sería quedarse corto. Una de las definiciones más acertadas sería, si acaso "vaya pedazo de basura", o incluso "menudo montón de mierda".

Nota: 1


¡Cuidado, spoiler!:
"Que el japonés ya está en el bote", "al japonés le gustan las pilinguis morenas", "oye, que el japonés se ha muerto, me comentan que hay un virus por ahí". No sé para qué contrataron a este señor, la verdad, si el tipo prácticamente ni parece existir.







miércoles, 14 de marzo de 2012

Intocable (Olivier Nakache, Eric Toledano, 2011)

La película de producción local más vista Francia es ésta. Y en España, una de las de la saga "Torrente". Qué más añadir.


Y lo dice una persona que se ha tragado las cuatro películas de Torrente en el cine (la última en "sobrecogedor 3d"). Es triste que el récord de taquilla en nuestro país sea una cosa en la que domine la cutrez, la caspa y los cameos, (eso si cutrez y caspa bien dirigida), con un protagonista autodenominado fascista, machista y del atleti, y que en Francia, nuestros vecinos más cercanos, la comedia sea justo lo contrario. Porque "Intocable" es un ejemplo de comedia, una de esas películas en las que hay momentos en los que te ríes de verdad, y momentos tristes y realistas. Una película cargada de buenas intenciones y profundas emociones, para todos los públicos sensatos. Sensible pero sin caer en la sensiblería barata y de manual o en la cursilería gratuita. Y con grandes actuaciones en la versión original, miedo me da cuando veo anuncios con las absurdas voces de doblaje. Lástima que en la mayoría de las ciudades de nuestro país no existan los cines en versión original (otro atraso cultural). Y se agradecen también esos toques de drama social alejados de autocompadecencia, alegados de lo deprimente y que abundan en el cine español ("El truco del manco", me viene a la cabeza) o de lo directamente insoportable (los niños plastas y macarras de "siete vírgenes") o de "jo, que frustre, soy adolescente pero no tengo pasta para comprarme una moto y no pillo con ninguna tía" ("Barrio", como si todos los adolescentes tuviesen miles de motos y relaciones sexuales a mansalva).
En fin, una película muy recomendable que es preferible ir a ver sin recordar ninguna sinopsis -como en general es recomendable con todas, ya que las sinopsis suelen destriparlas y nuestra capacidad de sorpresa va desapareciendo-, y que, muy lejos de ser una típica comedia estúpida estadounidense en la que todos al final se casan por la iglesia, te deja muy buen sabor de boca.

Nota: 7





viernes, 9 de marzo de 2012

War Horse (Steven Spielberg, 2011)

Si Spielberg la hubiese llamado "Caballito Bonito de la Barbie", el título hubiese sido más apropiado.

Porque es inexplicable que una película cuya trama pensábamos inspirada en la Primera Guerra Mundial sea tan ñoña. Tan inocentona. Porque es extraño que un trabajo realizado por los responsables de "Salvar al Soldado Ryan" (Spielberg a la batuta metafórica, Williams a la batuta real, Kaminsky encargándose de la fotografía, y supongo que alguno más habitual de Steven) sea, no sé sin pretenderlo o pretendidamente, uno de los filmes más infantiles o adolescentes del año. Aun sabiendo lo que nos esperábamos, un amigo y yo (el resto de la gente se abstuvo sabiamente) nos dispusimos a verla en una de las salas mejor construidas, sonorizadas y acondicionadas de Barcelona, si no la mejor (no haré publicidad). La única pega de este cine es que las películas no son en versión original, y ya en el doblaje se intuía la ridiculez (los anglosajones hablaban "normal", los franceses hablaban "normal con acento francés" y los alemanes "normal con acento alemán", con lo cual las risas en los momentos dramáticos estaban más que garantizadas). Pero nos importaban más los aspectos técnicos en esta ocasión, que eran correctos, sin más. Y nos sorprendimos de la tremenda previsibilidad de la trama y de la poca sangre que puede salpicar en una guerra mundial. Los puntos fuertes de "Salvar al Soldado Ryan" eran aquí sus mayores defectos: la total ausencia de realismo, una dirección que podría haber sido la de cualquier otro, una música simplona e intrascendente, una fotografía en ocasiones ridícula... Y unas actuaciones cursis a más no poder, donde sólo había caballeros y buena gente, incluso en el fragor de las mínimas batallas que se presenciaban. Y que nunca se despeinaban ni se hacían rasguños aunque se cayesen del caballito bonito. Se notaba que era una película hecha sin demasiadas ganas.
Aun así, si tienes sobrinos, hijos o nietos de trece a quince años, ve a verla con ellos. Son los únicos que la encontrarán buena, y no lo digo con ironía. Realmente si tuviese trece años esta película me gustaría, pero cada vez que recuerdo a mi querido (es un decir) soldado Ryan y comparo el trabajo que las mismas personas hicieron con el que hicieron en War Horse, me es imposible pensar que sea una buena película. Aun así, le doy un seis por el esfuerzo, y porque también de vez en cuando está bien que se hagan películas ñoñas de caballitos bonitos para niños y niñas cursis y sus abuelitas.


Nota: 6





miércoles, 15 de junio de 2011

Caos (Tony Giglio, 2005)

¿Jason Statham y Wesley Snipes en la misma peli? Patadas aseguradas -pensarás. ¡Pues no!

Exacto, esta película es una caos, sobre todo a lo que a casting se refiere. El tipo que se encargaba del asunto estaba de vacaciones y llamaron a un becario. Porque miras el reloj y estás esperando a que alguien se rompa la camisa y empiece a dar patadas voladoras, o a que saque una espada, o simplemente se pongan a pegar unos cuantos tiros en condiciones o a perseguirse. En vez de eso los polis y los ladrones se ponen a explicar cutrísimas teorías matemáticas que no vienen al caso, dignas de un preescolar y mil veces vistas en otras películas. Vuelves a mirar el reloj, llevas una hora esperando y sigue sin haber ninguna pelea ni nada. Se te pasa por la cabeza que igual alguien va a echar un clavo, que con esos dos cachas lo mismo es una especie de thriller erótico gay interracial, por ejemplo. O yo que se, que son robots del futuro, y que de un momento a otro van a empezar a soltarse tortas, collejas, empujones y zancadillas atravesando las paredes y sembrando a su paso el descontrol, el caos, la anarkía y la birra fría. Y tampoco. Entonces piensas "ah, vale, es que han elegido a estos actores para demostrar que no sólo saben dar patadas". Y también se te pasa por la cabeza "hay miles de actores que pueden hacer esto, que pueden leer estos diálogos, sin embargo se cuentan con los dedos de una mano aquellos que resultan convincentes en una pelea". Al final no pasa nada de lo que pensabas, sino que se desarrolla una especie de pseudo película de cine negro, de medio policial con algo de aspecto de cine independiente (aunque en realidad es que hay menos presupuesto del que se esperaban). Mientras tanto te das cuenta de que sin previo aviso el protagonista pasa a ser un chavalín rubiales de unos 17 años. Y entonces es cuando te percatas de que has tirado el dinero, de que es como si estuvieses viendo a Sarah Jessica Parker haciendo de tía buena, a Orlando Bloom de serial killer y a Antonio Resines en el papel de James Bond. Y todos en la misma película, además, y que sea un drama musical. Y se te ocurre que si esto fuese realidad, todavía sería un poco mejor que este "Caos".

Nota: 3









miércoles, 25 de agosto de 2010

La masai blanca (Hermine Huntgeburth, 2005)

En Suiza las rubias más o menos guapas lo tienen difícil para ponerle los cuernos a sus parejas.

Si no, no me explico por qué se van tan lejos y lo dejan todo por el primer tio bueno que encuentran sin saber nada de él.
Resumen de la película (lo poco que pasa pasa al principio y después sólo son imágenes de paisajes):
Una pareja está de viaje por África. Llevan dos años saliendo. La chica ve a un tipo que le sonríe y le gusta. Delante del novio se empiezan a tirar los trastos, la chica se va sola con los masáis a la disco y cuando están a punto de pillar llega el novio lógicamente decepcionado. La chica, que no sabe nada del masái con el que ha estado a punto de enrollarse (que sepamos se han dicho poco más que los nombres), le dice al novio que se pire y que ella se queda por ahí a ver si se encuentra con el masái buenorro. Poco después lo encuentra, el chico echa a sus dos colegas de la habitación del "hostel" y sin decirse nada y sin darse ni un triste beso ni nada, y sin quitarse la ropa, echan un polvete cutre (sigue en el spoiler, no quiero estropear la sorpresa...).
En general, un telefilme de alto presupuesto, digno de sobremesa de antena 3, entre, por ejemplo, "serpiente mortal", "edificio letal", ambulancia infernal" o "cajita de palillos con algodón para los oídos mortal".

Nota: 3

¡Atención, spoiler!:
Como decía, un polvete cutre, porque dura unos diez segundos. Totalmente carente de amor o de pasión. Sin embargo, en lugar de estar decepcionada -o igual su novio era peor- a la tía le parece bien: pilla el par de cosas que compró en el decathlon y con el chico que no habla y que sólo es capaz de aguantar 10 segundos de sexo se va a un sitio sin agua ni luz, lleno de malaria y con un cura como vecino, en la que nadie le entiende y donde se mareará de vez en cuando aunque no se quemarán su pálida piel ni sus atontadas neuronas. Siempre bien limpita y peinada, con la ropa recién lavada y casi sin sudar, ahí entre la selva y el desierto, educará sexualmente al masái -lo cual habría que mirarlo desde el punto de vista del racismo, porque en todo momento parece que los masái fueran tontitos y que una suiza ha venido a enseñarles incluso a fornicar- hasta que se casará con el. Por suerte o por desgracia, el dvd, que lo saqué de la biblioteca, estaba rayado, y no pude ver el final, que la verdad, no se si me interesa o no. Pero lo que si pude ver es la pared del patio interior al que da la pared de la cocina, de 3x3 metros y donde tiendo la ropa un lugar donde ocurren más cosas que en toda la película. Es decir, nada.








jueves, 17 de junio de 2010

Nacer para morir (Andrzej Bartkowiak, 2003)

Cutre y ñoña. Y por favor, que los raperos se dediquen a hacer rap.

Mira que me gustan las películas de acción y artes marciales, y que cuando veo el nombre de Jet Li o Jackie Chan pienso que independientemente de si la película es buena o mala me deleitaré en ver peleas coreografiadas de alto nivel. Pero esto, no nos engañemos, no es Hong Kong ni China. Es Estados Unidos, un lugar en el que hasta los raperos pueden ser actores y estrellas de las artes marciales. El personaje de DMX es cutrísimo, su actuación espantosa y no llega ni de lejos a ser un maestro de las artes marciales. Jet li es totalmente secundario y no está lo suficientemente aprovechado (me acuerdo de "El beso del dragón" o de "Danny the Dog", que considero una película muy buena, y un par más muy por encima de esta "nacer para morir"). El argumento, aparte de mal explicado, es simplísimo y las supuestas gracias no hacen ninguna gracia. El rapero se pasa la pelicula rezando, poniendo caritas y preocupado por su hijita. El secundario gordete de siempre hace su papel de siempre, de graciosete para distraer (de hecho siempre es este actor, creo que salia en "Romeo debe morir"), la tia piensa que todo el mundo es corruptible solo por ponerle las tetas cerca, etc. Un montónde tópicos, accion mal dirigida, peleas escasasy desaprovechadas y absurdez generalizada.

Nota: 3


¡Atención, spoiler!:
Lo único que vale un poco es la pena es la pelea final con Marc Dacascos y los helicópteros explotando. Dacascos, eterna dama de honor y nunca novia... y qué estúpida su forma de morir, que parece que haya visto el arca de la alianza y se haya deshecho.



sábado, 22 de mayo de 2010

Yo soy el amor (Luca Guadagnino, 2009)

Previsible, soso y estereotípico film sobre pijos que hacen cosas de pijos. Comedia involuntaria.

Puede ser que al ver el trailer pensáramos que sería una película interesante. Al menos a mi me pasó. No se por qué, pensaba que sí, que sería una historia de amor, pero más o menos original. Los planos, la edición y la música del trailer hacían sugerir algo similar. Pero después, al comenzar a verla, sí, hay travellings muy bonitos, hay una fotografía y un estilismo decente, hay un montón de ricos haciendo fiestas y cenas y dando un poco de asquete...las expectativas van pasando desde el "no esta mal, las imágenes son chulas, a ver qué pasa" hasta el "por favor, que se acabe ya, que da vergüenza ajena". La historia es simplona y la trama es previsible desde el minuto quince aproximademante, y a todo se le da una importancia mayor de la que tiene, alargando inutilmente las escenas y sobreactuando algunos personajes. Sobre todo hacia el final. Todo esto salpicado de insoportables tópicos que explicaré en el spoiler (no leer si no la habeis visto...).
Si le pongo un 2 es por el trabajo de cámara, muy bueno.
Por suerte era un preestreno al que muy amablemente fui invitado por el cine, porque si hubiese pagado por verla me hubiera fastidiado especialmente.


Nota: 2


¡Cuidado, spoiler!:
Especialmente idiota el final, como en muchas películas carentes de guión, en las que uno de los personajes se resbala y se parte el cráneo. Parece un gag más que una tragedia realista. Después hay una escena patética con la mujer poniéndose un chandal y yéndose de casa, y la criada llorando como una loca, con una espantosa actuación de la intérprete que hace de criada.Estoy harto del estereotipo que mucha gente tiene y genera sobre las mujeres que salen de armario; hay gente que piensa que para hacerse lesbiana es muy importante cortarse el pelo como un niño de diez años e ir siempre con chándal (incluso al funeral de tu hermano). Me parece una actitud homófoba, igual que si representasen siempre a los gays como locas. También es penoso cuando la madre, cuando se va de casa, mira a la niña y las dos van con chándal y el pelo corto. Supongo que el director, que debe ser un rancio, intentaba demostrar algo así como "mirad que libres que están"
Cutrísimo y mil veces visto romance entre señora rica más o menos mayor, sosa y aburrida y tio joven, guapo e interesante.


jueves, 6 de mayo de 2010

Iris (Rosa Vergés, 2004)


Llevaba tiempo queriendo ver esta película, pero cual fue mi decepción al ver que...

Algún insensato había tenido la feliz idea de doblar a Silke con la voz con la que se dobla a no se, Uma Thurman. Si el doblaje en si es una mala idea, el doblaje de un actor en castellano que hablaba en castellano es un sinsentido.
Este film era difícil de encontrar, de ver, de comprar, dudo si incluso estaba editado. Una noche lo pusieron en TV3, y yo, feliz, me puse a verlo. Unos actores hablaban en catalán y estaban doblados en castellano, otros que hablaban en castellano estaban doblados en catalán (por si mismos o por otros), y todo iba perdiendo sentido o haciendose extraño y tedioso. Y una de las cosas buenas de Silke, o al menos según mi punto de vista, era, aparte de que -hablando en plata- está buena, su voz susurrante y extraña. Todo esto se pierde cuando la dobla otra persona. Una de dos: o que ruede la película en catalán o que al hacer el doblaje lo haga ella misma. O que contraten a una actriz catalanoparlante. Pero por favor, así es un mareo, y cuando la política se cruza en el cine o en la distribución de la cinta los resultados son extremadamente aburridos.

Nota: 3


¡Cuidado, spoiler!:
He de confesar; la estuve mirando un rato y después, al ver que se trataba de otro culebrón de la guerra civil me aburrió soberanamente, así que no la termine. Por tanto, mi crítica es incompleta...


viernes, 23 de abril de 2010

Déjà Vu (Tony Scott, 2006)

Star trek + c.s.i. = Deja vu

No se si me gusta o si me parece un horror. Está claro que en cuanto a entretenimiento y a técnica cinematográfica (a saber, fotografía, edición, sonido, etc) no hay fallo. Es divertida, parece una peli de polis y supuestamente homenajea a los sufridos habitantes de New Orleans tras el Katrina y a los atemorizados estadounidenses post 11-s. Empieza como un capítulo de C.S.I., Miami por ejemplo. Un suceso horrible, unos polis más o menos fríos, insensibles o curados de espanto que aparecen y dicen algo del estilo "pillaremos al que ha hecho esto"... Pero cuando entra la ciencia ficción más utilizada de la historia parece precisamente eso: un deja vu, por aquello de que esto ya lo hemos visto en miles de películas y series con mayor o menor fortuna.
Por eso, si me gusta Star Trek y las series de polis y forenses...¿no me debería agradar esta película?. Depende. También me gusta la cerveza y los churros, y no se me ocurriría mojar un churro en cerveza. O bueno...

Nota: 6




viernes, 12 de febrero de 2010

Whisky (Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, 2004)

Crítica incompleta

Nunca me fío de los premios, y menos de los de Cannes. Como esta película había recibido buenas críticas me dispuse a verla, por aquello de que me gustan todos los tipos de cine. Pero cuidado; el festival de Cannes, y creo que el de Toronto, casi aseguran que veré una película aburrida y lenta. Lo del presupuesto y lo de independiente no es excusa, hay cientos de películas baratas y estupendas. Pude aguantar poco más que las primeras tres veces que los protagonistas llegaban al trabajo y encendían las máquinas, y pude aguantar todos los planos repetidos (podrían haber usado los mismos tres veces) que la primera vez ya eran largos, de las máquinas encendiéndose, de los calcetines colocándose, del señor arreglando la persiana, etc. Después me acordé de "Corre lola corre", por aquello de repetir los mismos planos una y otra vez, pero sin edición rápida y de "Atrapado en el tiempo" y pensé estar en el día de la marmota, pero sin gracia. No entiendo lo de "comedia". Se ha de tener una extrema paciencia para seguir la película sin quejarse, y una película no es para tener paciencia con ella, sino para disfrutarla, "pequeños trozos de pastel", como decía Hitchcock. Con "Whisky". Me quedó muy claro que la vida de estos personajes era extremadamente aburrida, y que estaba perfectamente reflejado en la película. Y que quereis que os diga, si no me interesa el aburrimiento propio, muchos menos el ajeno. A eso, a reflejar el aburrimiento, un 10, la verdad.
Pero no puedo completar la crítica porque no pude aguantar hasta el final; me parecía una pérdida de tiempo. La intriga última que me quedó fue ¿cuántas veces volverá la escena de los personajes levantando la trapa de la puerta, cuántas veces encendiendo las máquinas y colocando calcetines? Y también mi puntuación es de "pasable" porque por suerte la estaba viendo en televisión y "pasé" de seguir viéndola. Aunque un cinco me parece demasiado. Le pondré un 3 por haberla intentado ver en la tele, y sin duda le daría un 2 si hubiese tenido que pagar y utilizar una sala de cine para verla.

Nota: 4


martes, 5 de enero de 2010

Mapa de los sonidos de Tokio (Isabel Coixet, 2009)


Por favor, que pase algo o se acabe ya.

No cuela que estemos una hora pensando "que imágenes más poéticas" o "que bien suena" si no pasa nada en la película. Es una lástima que Coixet tenga tantos altibajos, porque tiene obras tan interesantes como "mi vida sin mi" y otras tan insoportables como ésta en cuestión o "a los que aman", de la cual no pude ver más de diez minutos sin dormirme. Si, es verdad que la técnica en esta película es interesante, pero las situaciones, los diálogos, la trama en general está entre ausente y poco original. Las escenas son muy repetitivas y no ofrecen nada nuevo con respecto a la anterior, los diálogos son estúpidos y lentos, y si tenemos la desgracia de verla doblada en castellano podremos ver lo malo que es Sergi López como actor de doblaje.
En fin, no se, me decepcionó muchísimo, pensaba que sería más cool por esto de desarrollarse en Tokio pero al final resultó ser igual que todas las pleículas españolas malas.

Nota: 2


¡Cuidado, spoiler!:
Lo primero que sale es una teta, luego un tío bastante feucho y poco ocurrente se lía con una chica que no habla casi mientras una voz en off va contantdo incluso lo evidente -parece que vaya leyendo el guión-. Follan unas cuantas veces de forma algo soez y al final uno se muere. Es la estructura de una "típica película mala española":
1) Teta
2) Sexo
3) Gente hablando durante dos horas de cosas generales
4) A final uno de los dos se muere para tener excusa y terminar la película.
5) En los créditos vemos pasar todos los organismos públicos que han subvencionado la película y no tenemos escapatoria; lo miremos por donde lo miremos seguro que de algún sitio nos lo han quitado para poder hacerla: ministerio de cultura, generalitat de catalunya, instituto de crédito oficial, ayuntamiento de barcelona, no se que otro sitio de tokio, etc etc. Luego vamos al cine y la volvemos a pagar. Luego tve compra sus derechos con nuestros impuestos y la volvemos a pagar.

Hacia rutas salvajes (Into the Wild) (Sean Penn, 2007)


No entiendo qué película habéis visto.

Igual os confundisteis de sala, pero os aseguro que yo vi "into the wild", de Sean Penn.
¿Es una en la que no pasa absolutamente nada, esa en la que un pijo se va a vivir al bosque, esa en la que no hay ninguna transcendencia, ni filosofía, ni diálogos ni situaciones interesantes, esa en la que un tío parece una especie de santo o héroe pero sin haber hecho nada por lo que haya que felicitarle?
Si acaso, los paisajes no están mal, pero en una película tiene que haber algo de paisajes. Por eso digo que "mala" y no "muy mala".
En serio, no lo entiendo.
Es una lástima que un actor tan bueno como Penn haya hecho esta película tan insoportable.

Nota: 2


¡Cuidado, spoiler!:
Al menos hay una cosa buena en la película; que se acaba. Tenía pensado escribir "al menos algo bueno hay, que el tio se come una planta venenosa y se muere". Luego me he acordado que se trataba de un hombre de verdad y que sería feo decirlo. Pero bueno, tarde o temprano todos nos morimos, y no hace falta que nos hagan este tipo de películas-epitafio.



martes, 29 de diciembre de 2009

Avatar (James Cameron, 2009)


Ya hay demasiadas críticas, así que no creo que aporte nada nuevo.

Me limitaré a una resumida opinión.
Lo mejor: los efectos especiales; realmente estos pitufos vigoréxicos están hechos a la perfección. Son guapos, estilosos y armónicos, y en muchas ocasiones parece maquillaje más que digitalización. Todo es perfectos e impresionante; muy recomendable verlo en 3d (para algo James Cameron esperó a estrenarla cuando hubiese suficientes salas con esta tecnología)

Lo mediano: el guión no está mal, pero si te gusta el cine y conoces algún que otro videojuego, te recordará a cosas ya vistas antes. Una especie de mezcla entre Star trek: insurrection, District 9, Matrix, Halo y Pocahontas, aderezado con un poco de tarzán de Disney y de una peli que se llamaba "los dioses deben estar locos". Aun así el guión es bonito, y para el spolier dejo lo demás.

Lo malo: James Horner parece que ha vuelto a hacer la misma banda sonora de siempre ("Titanic") y le ha cambiado la foto de la carátula. Este tío me gusta, por ejemplo, en "Peligro inminente" ("Clear and present danger"), pero acaba siendo repetitivo.

Vaya, al final no ha sido tan resumida como esperaba.

Nota: 7


¡Cuidado, spoiler!:
Bonito, o lo que es lo mismo; ecológico y algo infantil y/o educativo. Esto no quiere decir que sea malo. A mi la película me ha gustado mucho, pero no se, no me ha llenado del todo.
Hay gente que criticaría que una película de 200 millones de dólares vaya de ecologista. Yo personalmente, no. Si algo es tan caro, al menos está bien que aporte un buen mensaje.
Y aun así, todavía no hemos recuperado al James Cameron de Terminator, T2 y True Lies, aquel Cameron que hacía películas de acción con toques de humor y que lo dejó para dedicarse a las peliculas de -por llamarlo de algún modo y esperando no resultar machista- "acción para chicas".