miércoles, 25 de agosto de 2010

La masai blanca (Hermine Huntgeburth, 2005)

En Suiza las rubias más o menos guapas lo tienen difícil para ponerle los cuernos a sus parejas.

Si no, no me explico por qué se van tan lejos y lo dejan todo por el primer tio bueno que encuentran sin saber nada de él.
Resumen de la película (lo poco que pasa pasa al principio y después sólo son imágenes de paisajes):
Una pareja está de viaje por África. Llevan dos años saliendo. La chica ve a un tipo que le sonríe y le gusta. Delante del novio se empiezan a tirar los trastos, la chica se va sola con los masáis a la disco y cuando están a punto de pillar llega el novio lógicamente decepcionado. La chica, que no sabe nada del masái con el que ha estado a punto de enrollarse (que sepamos se han dicho poco más que los nombres), le dice al novio que se pire y que ella se queda por ahí a ver si se encuentra con el masái buenorro. Poco después lo encuentra, el chico echa a sus dos colegas de la habitación del "hostel" y sin decirse nada y sin darse ni un triste beso ni nada, y sin quitarse la ropa, echan un polvete cutre (sigue en el spoiler, no quiero estropear la sorpresa...).
En general, un telefilme de alto presupuesto, digno de sobremesa de antena 3, entre, por ejemplo, "serpiente mortal", "edificio letal", ambulancia infernal" o "cajita de palillos con algodón para los oídos mortal".

Nota: 3

¡Atención, spoiler!:
Como decía, un polvete cutre, porque dura unos diez segundos. Totalmente carente de amor o de pasión. Sin embargo, en lugar de estar decepcionada -o igual su novio era peor- a la tía le parece bien: pilla el par de cosas que compró en el decathlon y con el chico que no habla y que sólo es capaz de aguantar 10 segundos de sexo se va a un sitio sin agua ni luz, lleno de malaria y con un cura como vecino, en la que nadie le entiende y donde se mareará de vez en cuando aunque no se quemarán su pálida piel ni sus atontadas neuronas. Siempre bien limpita y peinada, con la ropa recién lavada y casi sin sudar, ahí entre la selva y el desierto, educará sexualmente al masái -lo cual habría que mirarlo desde el punto de vista del racismo, porque en todo momento parece que los masái fueran tontitos y que una suiza ha venido a enseñarles incluso a fornicar- hasta que se casará con el. Por suerte o por desgracia, el dvd, que lo saqué de la biblioteca, estaba rayado, y no pude ver el final, que la verdad, no se si me interesa o no. Pero lo que si pude ver es la pared del patio interior al que da la pared de la cocina, de 3x3 metros y donde tiendo la ropa un lugar donde ocurren más cosas que en toda la película. Es decir, nada.








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