lunes, 8 de julio de 2013

Star Trek: Into Darkness. Profundísimas, insondables e ininteligibles reflexiones personales sobre el film. Es broma.


Vamos a ponernos en situación. Imagínate que el cinco de julio se estrena una peli de Star Trek. Que eres un poco freak. Que siempre estás predispuesto a que te gusten las cosas que hace J.J. Abrams. Y que el día del estreno coincide con el de tu 34 cumpleaños, algo que vienes sabiendo desde hace varios meses (que es el estreno, la fecha en la que naciste la sabes desde hace un poquito más). ¿Qué haces? Lógicamente buscas la mejor compañía y el mejor cine en el horario más conveniente y reservas entradas una semana antes por Internet  a lo loco, olvidándote de los descuentos de tarjetas de fidelización diversas. Te emocionas y reservas una entrada de más. En el cine te dicen que te pueden vender la que compraste y el propio gerente es el que, con amplia y sincera sonrisa, te devuelve el dinero que guarda dentro una bolsita al finalizar la sesión, y tu y tu mejor compañía salís encantados. Vuelves a pensar que en este cine cuidan a sus espectadores, a sus clientes, y que realmente les gusta el séptimo arte.

El cine es el Yelmo Icaria, en Barcelona. Sala 9. No 3d. 22 h. Sonido reformado con respecto al de hace unos meses a un volumen adecuado y de aceptable calidad. Proyección digital. Versión original con subtítulos en castellano, lo cual es muy importante dado que hay personajes de diferentes nacionalidades y con muy marcados acentos y entonaciones. En el doblaje evidentemente supongo que todo será absurdo. Fila 5, en el centro.

Ingredientes en porcentajes (para completar un 100% de película)
-60% de mitología Startrekiense
-10% de Lost
-10% de Michael Giacchino
-5% de 24
-5% de The Dark Knight
-5% de Alias
-5% de Homeland

Son ingredientes muy buenos; si los mezclas bien te queda un plato fino fino. Lo agitas todo y metes al actor de Sherlock. No he visto la miniserie, algo que debería, pero el tipo me parece un estupendo actor, enigmático, atracticvo, con una voz estupenda y que realmente parece haberse tomado el personaje en serio. Los demás están también estupendos, especialmente Zachary Quinto, al que realmente no hubiese hecho falta maquillar para que volviese a ser Spock. El  fallo es el Kirk de Chris Pine. Realmente el tipo no pega demasiado y no es un actor, a mi entender, que sobresalga por ningún lado. Sí, es rubiales, simpaticón, pequeñajo y ligón, pero el traje de capitán del Enterprise le queda un poco grande. En esta nueva aventura del Enterprise al menos ya no hay tanta sensación de presentación de personajes como había en la primera película.

Hay acción, hay espacio, hay peleas, hay efectos especiales, sonido, edición a un ritmo adecuado. No frenética pero tampoco lenta. Todo ello con la calidad que se espera del pack Abrams-Lindelof-Bad Robot-Giacchino. Hay chascarrillos que realmente hacen gracia, sobre todo cuando en la sala hay muchos fans de este tipo de cine -todos esos que han ido al estreno. Hay algo de profundidad (vínculos, moralidad, familia, deber, honor...). Pero lo que promete el título, "en la oscuridad" no es muy certero. Acuérdate de personajes como Nick Brody de Homeland, como el Joker de the Dark Knight, como Darth Vader. Como todos los de Watchmen. Eso se llama oscuridad. Nos hemos acostumbrado a que las series traten todos los temas en profundidad, y en una película de como mucho dos o tres horas esto es muy difícil de conseguir. El guionista tiene que andar de puntillas para que no parezca que todo se desarrolla demasiado deprisa y para que los malos no resulten ser un cliché.

Y no me voy a extender más con temas que probablemente habrán escrito miles de críticos por todas partes y en todos los idiomas, sólo haré otra estandarizada clasificación de "lo mejor" y "lo peor".

Lo mejor: 
-Spock. Ha crecido bien, ya es un Spock de verdad, completamente convincente gracias al buen hacer de Zachary Quinto y a la lógica que los guionistas han sabido adaptar e implementar, con las dosis de ironía con las que el mismísimo Leonard Nimoy contaría.
-El pack de actores principales digamos que más secundarios y sus personajes bien escritos y marcados, y las graciejas que los guionistas han ideado para que digan, adecuadas y que realmente te dibujan una sonrisa. Benedict Cumberbatch del cual nunca había escrito ni conocido su nombre. 
-Las localizaciones, la música, el Enterprise volando y saltando a warp.
-Que es una película de aventuras y no pretenciosa, lo cual es muy bueno para el verano.
-Evidentemente, la realización general.

Lo peor: 
-Nunca te acabas de creer a Chris Pine; nunca sabes si está de broma o no. El actor es flojillo y su Kirk no convence. 
-Cuando alguna vez mueren figurantes y salen volando al espacio nadie se acuerda de ellos y enseguida hacen un chiste sobre otra cosa, restando seriedad a algunas escenas. A veces está bien, porque más que una película trascendental es de aventuras.
-Que J.J. Abrams haya querido meter con calzador su escena "not Penny´s boat". Los que me entendáis ya me entendeis, y los muy fraks tambien sabréis que esta misma escena también aparece en Alias.
-Que hablen todo el tiempo de Klingons y éstos brillen por su ausencia o por su poca presencia.

Y en resumen: me encantó la película, me pareció muy entretenida y sació mi necesidad de frikismo startrekil veraniego. Y para aquellas personas a las que les importe un bledo toda esta mitología e incluso las películas de ciencia ficción o de aventuras, o de acción (gente sin corazón, todo hay que decirlo) tampoco les supondrá un problema; en general es una película entretenida, un blockbuster muy bien desarrollado. No hay escenas que provoquen la vergüenza ajena, como podría pasar en films con pretensiones y que intenten ganar premios (aunque no viene a cuento de nada  tengo que citar tres películas que odio profundamente: The Master, Cosmópolis e Into the Wild, y dos actores que me últimamente me enervan, Paul Giamatti y Philip Seymour Hoffman).

Así que hala, a correr todos a los cines a verla. 


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