martes, 4 de febrero de 2014

American hustle: ir con pinta de los setenta y nada más

Resulta que eres ultrafan de Christian Bale y Bradley Cooper siempre te ha parecido un tipo majo y enrollado, desde la serie Alias, con sus gafitas y su pringadumbre hasta esa peli de hace un par de años o así cuyo título en inglés no recuerdo y que en castellano es algo que no tiene nada que ver, "el lado bueno de la vida", de las cosas, o algo así (en fin, que me gustó esa película, me pareció lo más acercado a una comedia romántica pero con no demasiado almibar). Y el chico está de moda en los últimos año
¿Y por donde iba? Ah, sí, Bale. Ese chaval "un-fucking-believable". Gordo, flaco, cachas, sílfide, cuasicadáver dependiendo del guión. Un poco sonado según dicen algunos. Un crack. Siempre he pensado que tiene más o menos mi edad, después de ver cuando era pequeño Empire of Sun, pero resulta que el tipo me saca unos años. Y siendo Batman, y John Connor y otro puñado de personajes aunque menos adolescentemente icónicos increíblemente interpretados. Me podría pasar horas y líneas alabando sus bondades, para resumir que cualquier cosa en la que aparezca ya merece ser vista.
Y luego, el director, David O. Russell. Vale, el lado bueno de las cosas, de la vida o de lo que sea a algunos no les gusta. Pero The Fighter, nada más y nada menos que con el bueno de Bale en un papelazo increíble y un inesperadamente convincente Wahlberg... peliculón. También aparecía por lo visto  Amy Adams, pero ni me acuerdo.

Así que imagínate, añades unas cuantas nominaciones a los oscars, metes a estos buenos actores, le pones a la Amy Adams un montón de vestidos diferentes pàra intentar que sus pechos también sean un actor secundario, haces que Bale se abone a la fritanga y consigues que le salga un tipazo estilo Torrente  y le colocas a todo el mundo gafas de sol molonas y trajes guayongos de los 70. Además, te curras un cameo muy interesante.

Y claro, uno va con un par de amigos al cine con bastantes expectativas, el mismo día del estreno según sale del trabajo, cansado, corriendo, esperando ver la película del año o una de las mismas. Uno ni se ha sentado y ha invertido nada menos que nueve eurazos en la película.

Y resulta que la cosa flojea de ritmo, que las canciones están más que manidas, que todos son majos y hay amor en el aire. Pero que no es lo suficientemente divertida como para que te rías todo el tiempo; ni lo suficientemente trepidante para mantenerte en tensión, ni lo suficientemente seria como para que padezcas por los personajes, ni lo suficientemente romántica para emocionarte en nada. Se queda a medio camino entre cualquier género. Se queda fofa. Aburre a veces, y te da pena que con tan buen material un guión flojo y una edición sosa lo conviertan en una película del montón.

Y que sea sólo eso, gente que va con pintas de los setenta y nada más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario