Llevaba tiempo queriendo ver esta película, pero cual
fue mi decepción al ver que...
Algún insensato había tenido la feliz idea de doblar a
Silke con la voz con la que se dobla a no se, Uma Thurman. Si el doblaje en si
es una mala idea, el doblaje de un actor en castellano que hablaba en
castellano es un sinsentido.
Este film era difícil de encontrar, de ver, de
comprar, dudo si incluso estaba editado. Una noche lo pusieron en TV3, y yo,
feliz, me puse a verlo. Unos actores hablaban en catalán y estaban doblados en
castellano, otros que hablaban en castellano estaban doblados en catalán (por
si mismos o por otros), y todo iba perdiendo sentido o haciendose extraño y
tedioso. Y una de las cosas buenas de Silke, o al menos según mi punto de
vista, era, aparte de que -hablando en plata- está buena, su voz susurrante y
extraña. Todo esto se pierde cuando la dobla otra persona. Una de dos: o que
ruede la película en catalán o que al hacer el doblaje lo haga ella misma. O
que contraten a una actriz catalanoparlante. Pero por favor, así es un mareo, y
cuando la política se cruza en el cine o en la distribución de la cinta los
resultados son extremadamente aburridos.
Nota: 3
¡Cuidado, spoiler!:
He de confesar; la estuve mirando un rato y después,
al ver que se trataba de otro culebrón de la guerra civil me aburrió
soberanamente, así que no la termine. Por tanto, mi crítica es incompleta...