Pesimismo del bueno...
El título de la película nos da bastantes pistas para
saber cómo va a ser su desarrollo. Una pandilla de maleantes en horas bajas,
comandados por el gran Jimmy el Santo, se vuelven a reunir para hacer un
trabajillo rentable, en principio limpio, fácil y simple. Jimmy es un tipo con
un pasado "grande". Grande porque era uno de los mafiosos más
reputados de Denver, que ahora está intentado llevar una vida normal y
redimirse de algún modo ("me han dicho que ahora buscas dinero para hacer
una residencia de maricones moribundos", o algo similar) Pero no es tan
fácil cuando el karma o lo que sea te quiere devolver el golpe, y sobre todo
cuando tu ex-jefe, un zumbado interpretado por Christopher Walken te complica
las cosas...así que Jimmy y sus compinches, a cual más chorizo, psicópata o
duro las pasarán canutas.
Los diálogos -y las situaciones-, ya desde el
principio, son de lo más brusco que se pueda encontrar para una película de
este corte ("en mi opinión actualmente hay demasiados movimientos, a mi el
único movimiento que me importa es el de las tripas cuando cagas"), y
todos los personajes son temibles en uno u otro modo. Empezando por los nombres
que aparecen, El hombre del Plan, Pedazos, Bebé Siniestro, todo inspira un mal
rollo, un mal ambiente oscuro, pesimista y fatalista de difícil solución, desde
el principio hasta el final, con leves treguas de normaildad. Aun así, aunque
los personajes sean casi todos unos auténticos cabronazos y/o unos infelices
con poca suerte -y de la mala-, resultan extrañamente entrañables.
En general, una buena película con unas
interpretaciones sobresalientes y una trama pensada para deprimir pero no para
aburrir.
Nota: 7
Nota: 7
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