sábado, 23 de mayo de 2009

Déjame entrar (Tomas Alfredson, 2008)


Tan bonita como terrible.

Y es porque, en caso de que tuviésemos una balanza, todo lo que tiene esta película de romántico, de sentimental, lo pondríamos en un lado; y lo sórdido, lúgubre y horrible en otro. La balanza se mantendría perfectamente equilibrada, y la sensación que nos dejaría este film a la salida de la sala sería -es en mi caso- "me ha gustado, aunque no se si la recomendaría, porque algunas cosas me han parecido un horror". Sin destripar el argumento diré que la historia -o cómo están tratados los personajes- me parece, dentro de lo que cabe, muy realista. Las actuaciones de la pareja protagonista son notables, las imágenes y la música están muy cuidadas. Además, durante la película no deja de haber ese "mal rollo", ese mal karma, que es lo interesante y original. Algunas escenas -que parecen aquí más realistas, y a pesar de que haya películas mucho más brutales- son difíciles de olvidar, y en más de una ocasión pensé que en general es todo bastante enfermizo.
Pero es una buena película, no cabe duda.
Por cierto, acabo de ver el trailer y os recomiendo que no lo veais; explica la película entera, aparte de que le cambia el sentido -en el trailer parece una película de acción-.

Nota: 7

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