martes, 8 de mayo de 2012

De mayor quiero ser como Jackie Chan cuando era joven

Y es que Jackie Chan lleva mucho tiempo siendo viejoven. La verdad es que no tengo muy claro cómo es ahora exactamente, pero en mi recuerdo siempre ha sido un tipo majo, sanote, amigo de los perretes, los niños y las pibitas en apuros. El otro día -en uno de estos tiempos muertos de amo de casa en proceso activo y continuo de búsqueda de empleo- salí al balcón para tomarme un café y fumar un asqueroso cigarro de liar de un paquete sequérrimo abierto hace unos meses. Debería fumar más para que no se me secara tanto el tabaco. O más fácil, no fumar nada. El caso es que ahí estaba, en esta especie de parque debajo de mi casa, Jackie Chan. No tenía las gafas puestas, pero indudablemente era él. Evidentemente era oriental, tenía pelo negro y aplastado, baja estatura, sonrisa perpetua y sincera, ropa bastante desactualizada, por no decir vintage. Hacía cucamonas a un niño pequeño saltando y haciendo el tontete. Pensé "jo, yo de mayor quiero ser como Jackie Chan  cuando era joven" o "jo, si tuviese un hijo ahora estaría ahí abajo haciéndome colega de Jackie Chan". Pero luego me di cuenta de que no era él, sino una proyección de los noventa de su persona en un individuo normal. Me puse las gafas y la verdad es que ni siquiera se le parecía. Qué decepción. Apagué con bastante mal sabor de boca el asqueroso cigarro a medias y me metí dentro pensando que nos hacemos viejos demasiado deprisa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario