lunes, 21 de abril de 2014

The amazing Histaminic-Man


A Peter Parker le picó una araña y se convirtió en Spiderman. Bruce Wayne se enfrentó a sus miedos a los murciélagos y tras vencerlos se tornó en defensor del pueblo. Tony Stark tuvo nosequé problema con unas cuantas radiaciones y míralo por ahí revoloteando a velocidades supersónicas más feliz que nunca. Y así decenas de tipos que deberían haber muerto renacieron como poderosos. Así que he decidido tomar ejemplo. Dominar mis miedos. Desafiar las leyes de mi naturaleza. Desoir los consejos de médicos y expertos y de la voz interior que me impide, entre otras cosas, tirarme en paracaídas o subirme a un monopatín . Sí; he decidido mirar a los ojos a uno de mis peores enemigos y enfrentarme a el. Mi némesis. Un ser que desde que llegué a Barcelona ha intentado expulsarme. "Es mejor que abandones la ciudad", llegó a decirme un matasanos hace siete años. "No camines por el Eixample en primavera", recomendó un experto años después. Y siempre está ahí. Acechándome desde las aceras. Envolviéndome con su temible sombra. Escupiéndome su tóxico veneno cuando, incauto, me tomo una cocacola o me fumo un piti sentado en un banco. Ya está bien, hombre. Ya basta. 

¡Por mucho que te lo propongas no lo vas a conseguir!
¡Te venceré, arbol plátano!

Por eso me he rodeado de los mejores expertos; un laboratorio misterioso que ha generado una fórmula magistral con extracto de ácaro y platanero, un estereotípico buen médico bigotudo y amable al que visito cada seis meses y una curtida enfermera del Raval que me inyecta el milagroso y arriesgado producto. Y como no te temo me siento en un banco y me tomo una birra y un ebastel bajo tu sombra, burlándome de tu poder...¡necio! 
Y por eso, para más inri, me he ido a vivir a una casa cuyo balcón está a menos de cinco centímetros de decenas de tus afiladas ramas, cortantes hojas y explosivas bolas de polen. De casualidad, claro. Porque hay que tener en cuenta que esos hechos que convirtieron a tipos simplones en superhéroes fueron accidentes en la mayoría de los casos.

¡No te tengo miedo!
¡Soy Histaminic-Man!






No hay comentarios:

Publicar un comentario